¡Hola a todos, mis queridos amantes de la buena mesa y exploradores culinarios! Hoy quiero compartir con vosotros una joya que descubrí hace poco y que está revolucionando mi cocina: el Doenjang.

Si sois como yo, siempre buscando ese ingrediente secreto que no solo eleve el sabor de vuestros platos, sino que también os aporte beneficios para la salud, ¡estáis de enhorabuena!
He estado experimentando con esta pasta fermentada coreana, y la verdad es que sus notas umami, profundas y complejas, son adictivas. Además, en el mundo actual donde cada vez valoramos más los alimentos probióticos y funcionales, el Doenjang se posiciona como un verdadero superalimento que no podemos ignorar.
He notado cómo ha transformado mis sopas, adobos e incluso mis salteados, dándoles un toque exótico y delicioso que sorprende a todos. De hecho, me atrevo a decir que este es el futuro de la condimentación saludable, y es una tendencia que llegó para quedarse, expandiéndose rápidamente por las cocinas de todo el mundo.
Preparaos para sumergiros en este fascinante mundo, porque os aseguro que vuestro paladar os lo agradecerá. ¡Vamos a desvelar juntos todos sus secretos y a aprender a sacarle el máximo partido!
El Umami Profundo que Transforma tus Platos
Un Ingrediente Milenario al Alcance de tu Mano
¡Hola de nuevo, exploradores de sabores! Si hay algo que he aprendido en mis incontables viajes culinarios, es que los ingredientes más sencillos a menudo guardan los secretos más deliciosos. Y en este viaje, el doenjang ha sido mi última gran revelación. Recuerdo la primera vez que lo probé, tímidamente, en una sopa en un pequeño restaurante coreano. Fue como si mi paladar se despertara a una dimensión de sabor completamente nueva. No era solo salado, ni solo fermentado; era una explosión umami, terrosa, con un toque dulce y una profundidad que invitaba a seguir explorando. Desde ese momento, supe que tenía que traer este tesoro a mi propia cocina y compartirlo con todos vosotros. Muchos pensarán que es exótico o difícil de usar, pero os aseguro que es más versátil de lo que imagináis. He estado experimentando con él en todo tipo de preparaciones, desde las más tradicionales coreanas hasta adaptaciones a la cocina mediterránea que os dejarán con la boca abierta. Me atrevo a decir que este es el “truco” que tus platos necesitan para pasar de ser “buenos” a “¡increíbles!”.
Despertando tus Sentidos con la Fermentación Coreana
Lo que me fascina del doenjang, además de su sabor, es el proceso artesanal que hay detrás de cada pasta. Es el resultado de la paciencia y la sabiduría de generaciones. Se elabora a partir de soja fermentada, y esa fermentación es la clave de todo. Es un proceso vivo, lleno de microorganismos beneficiosos que no solo desarrollan esos sabores complejos, sino que también nos aportan un sinfín de propiedades para nuestra salud. Personalmente, me he dado cuenta de que cuando incluyo alimentos fermentados como el doenjang en mi dieta, mi digestión mejora considerablemente y me siento con más energía. Es una forma de conectar con las tradiciones culinarias de otras culturas, al mismo tiempo que nutro mi cuerpo. Al abrir un envase de doenjang, no solo estás abriendo un condimento; estás abriendo un pedacito de historia y de naturaleza en su estado más puro. Y esa es una experiencia que, para mí, no tiene precio y que merece la pena vivir en cada bocado.
Descifrando la Magia del Doenjang: Más Allá de la Soja
La Historia Oculta Detrás de Cada Cucharada
Quizás penséis que el doenjang es simplemente otra pasta de soja, pero os aseguro que es mucho más que eso. Su origen se remonta a miles de años en Corea, formando parte esencial de su cultura y gastronomía. Es un legado, una tradición que se ha mantenido viva a lo largo del tiempo, y eso, para mí, le añade un valor incalculable. Recuerdo cuando leí por primera vez sobre cómo se elaboraba tradicionalmente: los bloques de soja cocida, llamados “meju”, se secan y fermentan al aire libre durante meses, a veces incluso años, bajo el sol y el viento. Esta exposición a la naturaleza es lo que le confiere su carácter único. Es un proceso que no puede ser replicado por máquinas en su totalidad y es esa imperfección controlada la que lo hace tan especial. Cuando lo uso en la cocina, siento que estoy conectando con esa historia, con esas manos que con paciencia crearon algo tan maravilloso. Es una experiencia que va más allá de lo meramente culinario; es un viaje cultural en cada bocado, y es algo que os animo a sentir también. La riqueza de su sabor es un testimonio viviente de una herencia gastronómica inigualable.
La Versatilidad de un Superalimento Desconocido
Lo que realmente me ha enganchado del doenjang es su increíble versatilidad. Antes pensaba que solo serviría para sopas coreanas, pero ¡qué equivocada estaba! He descubierto que es un verdadero camaleón en la cocina. Desde adobar carnes y pescados, hasta enriquecer salsas y vinagretas, o incluso darle un toque exótico a tus salteados de verduras. Una vez, estaba preparando unas lentejas estofadas, y decidí añadirle una cucharadita de doenjang en lugar del típico pimentón, ¡y el resultado fue espectacular! Le dio un toque umami que elevó el plato a otro nivel, y mis amigos no paraban de preguntar cuál era mi “ingrediente secreto”. Es sorprendente cómo una pequeña cantidad puede transformar completamente el perfil de sabor de un plato, añadiendo esa profundidad que a veces buscamos y que no encontramos con otros condimentos. Es como tener un potenciador de sabor natural y saludable siempre a mano. Si os gusta experimentar en la cocina y sorprender a vuestros comensales, el doenjang es, sin duda, un imprescindible en vuestra despensa.
Beneficios Inesperados: Más Allá del Sabor Exótico
Tu Aliado para una Digestión Saludable
Sabéis que soy una firme defensora de una alimentación que no solo sea deliciosa, sino también beneficiosa para nuestro cuerpo. Y el doenjang, mis queridos, es un claro ejemplo de ello. Como buena fermentada, es una fuente natural de probióticos, esos microorganismos maravillosos que tanto bien le hacen a nuestra flora intestinal. Personalmente, he notado una gran diferencia en mi digestión desde que lo incorporé a mi dieta. Esa sensación de pesadez después de comer se ha reducido, y mi tránsito intestinal es mucho más regular. No es una solución mágica, por supuesto, pero es un apoyo enorme para mantener nuestro sistema digestivo en equilibrio. Es como darle un pequeño empujón a tu bienestar desde dentro. Además, algunos estudios sugieren que los alimentos fermentados pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico, algo que en los tiempos que corren, no viene nada mal. Así que, cada vez que añado una cucharadita de doenjang a mis platos, no solo estoy potenciando el sabor, sino que siento que estoy cuidando de mí misma, y eso es una de las mayores satisfacciones que me da cocinar.
Un Tesoro Nutricional en Cada Cucharada
Pero los beneficios del doenjang no se quedan solo en los probióticos. Es una fuente impresionante de nutrientes esenciales. Al estar hecho de soja, es rico en proteínas vegetales, lo que lo convierte en un excelente complemento para dietas vegetarianas y veganas. Además, contiene una buena cantidad de vitaminas del grupo B, importantes para el metabolismo energético, y minerales como el calcio, hierro y potasio. No es solo un condimento; es un alimento funcional con todas las letras. He notado cómo, después de incorporarlo a mi alimentación, siento una mayor vitalidad y energía. Una vez, estaba buscando opciones saludables para sustituir algunos condimentos procesados, y el doenjang apareció como una estrella brillante. Es increíble cómo algo tan sencillo y tradicional puede ser tan completo nutricionalmente. Es una demostración de que a veces, lo más antiguo y natural es lo que mejor nos sienta. Os animo a verlo no solo como un condimento para dar sabor, sino como un pequeño suplemento nutricional que podéis añadir a vuestras comidas diarias sin apenas daros cuenta.
Mi Receta Secreta: Más Allá de las Sopas Típicas
Adobos y Marinados que Harán Historia
Si hay algo en lo que el doenjang brilla con luz propia, es en los adobos y marinados. Olvídate de los marinados aburridos y sin vida. El doenjang aporta una profundidad umami y una ternura a las carnes que es simplemente espectacular. Mi última obsesión ha sido marinar pechugas de pollo o lomo de cerdo con una mezcla de doenjang, un poco de ajo picado, jengibre rallado, un toque de miel o sirope de arce, y un chorrito de aceite de sésamo. Dejándolo reposar un par de horas, o incluso toda la noche, la carne adquiere una jugosidad y un sabor que te transportarán directamente a un auténtico restaurante coreano. ¡Es una explosión de sabor en cada bocado! Lo he probado también con salmón y el resultado es igual de asombroso, el pescado queda super tierno y con un glaseado delicioso. No solo mejora el sabor, sino que también ayuda a ablandar las fibras de la carne, lo que la hace mucho más tierna y fácil de masticar. Es un truco que aprendí experimentando y que ahora no puede faltar en mis barbacoas y cenas especiales. Mis invitados siempre me preguntan cuál es el secreto de esos sabores tan increíbles, y mi respuesta siempre es la misma: ¡Doenjang!
Transformando tus Verduras con un Toque Coreano
Pero el doenjang no es solo para carnes; es un verdadero genio con las verduras. He descubierto que una cucharadita de doenjang disuelta en un poco de caldo o agua, y luego salteada con tus verduras favoritas, puede transformarlas por completo. Brócoli, espárragos, champiñones, pimientos… todos adquieren una dimensión de sabor totalmente nueva. El umami del doenjang realza el dulzor natural de las verduras y les da un toque salado y terroso que es adictivo. Incluso he llegado a usarlo en mis vinagretas para ensaladas, mezclado con aceite de oliva virgen extra, vinagre de arroz y un poco de zumo de limón, ¡y el resultado es fresco, vibrante y lleno de sabor! Otra forma que me encanta es untarlo en pan tostado con aguacate y un poco de sésamo; es un desayuno o merienda diferente y super nutritivo. Realmente, las posibilidades son infinitas, solo tienes que atreverte a experimentar. Una vez que lo pruebas, te das cuenta de que es un ingrediente que no tiene límites y que puede enriquecer cualquier plato que se te ocurra, aportando siempre un toque único y delicioso.
Doenjang en la Cocina Española: Un Matrimonio Inesperado
Adaptando el Umami Coreano a Nuestros Sabores
Sé lo que estáis pensando: “Doenjang, ¿en la cocina española?”. Y sí, ¡rotundamente sí! Al principio, yo también era escéptica, pero la curiosidad me ganó. Y, creedme, los resultados han sido sorprendentes y deliciosos. El secreto está en entender las notas de sabor del doenjang y ver cómo pueden complementar nuestros ingredientes tradicionales. Por ejemplo, he probado a añadir una pequeña cantidad de doenjang a un sofrito para un guiso de lentejas, o incluso a una salsa para un pescado a la plancha, y el resultado ha sido una profundidad de sabor que antes no conseguía. No se trata de convertir nuestros platos en coreanos, sino de enriquecerlos con un matiz nuevo y emocionante. Es como cuando descubrimos el pimentón de la Vera o el azafrán; son ingredientes que transforman, y el doenjang tiene ese mismo poder. Me atrevo a decir que, bien utilizado, puede ser el toque maestro para esa paella de verduras que busca algo diferente, o para darle un “punch” a unas patatas a la riojana. La clave es la moderación al principio e ir ajustando al gusto. Es una fusión que demuestra que la gastronomía no tiene fronteras.
Ejemplos Prácticos para tu Mesa Mediterránea
Permitidme daros algunos ejemplos concretos de cómo he integrado el doenjang en mi mesa española. Imaginaos unas berenjenas asadas con miel de caña, pero con una capa fina de doenjang mezclado con aceite de oliva antes de hornear. ¡El resultado es espectacular, un contraste dulce y salado con ese toque umami! Otro día, preparé un alioli casero, y en lugar de solo ajo, le añadí una pizca de doenjang; le dio una cremosidad y un sabor más complejo y adictivo. También lo he usado para enriquecer caldos de cocido o de puchero, simplemente añadiendo una cucharadita al final de la cocción. Incluso para las típicas albóndigas en salsa, un toque de doenjang en la mezcla de la carne o en la salsa le da un plus que no te esperas. Es como un potenciador de sabor natural que realza lo mejor de nuestros ingredientes sin enmascararlos. Me he dado cuenta de que, una vez que pierdes el miedo a experimentar, el doenjang se convierte en un amigo inseparable en la cocina, abriéndote un mundo de posibilidades para innovar con nuestros platos de siempre. Es hora de dejar volar la imaginación y disfrutar de esta fusión única.
Tu Guía Definitiva para Elegir y Conservar Doenjang
Cómo Distinguir un Doenjang de Calidad

Ahora que ya estáis tan emocionados como yo con el doenjang, la siguiente pregunta lógica es: ¿cómo elijo uno bueno? En el mercado podéis encontrar diferentes tipos, y no todos son iguales. Lo primero que os recomiendo es leer la etiqueta. Un buen doenjang tradicional debe tener como ingredientes principales soja, sal y agua. Algunos pueden incluir harina de trigo, lo cual no es necesariamente malo, pero los más puros suelen ser solo de soja. Personalmente, busco aquellos con un color marrón oscuro y una textura densa y ligeramente grumosa. Si tiene un aroma fuerte, terroso y fermentado, es una buena señal. He aprendido, con la experiencia, que los doenjang de productores artesanales suelen tener un sabor más profundo y complejo, aunque pueden ser un poco más caros. Si lo encuentras en tiendas especializadas en productos asiáticos, pregúntales por las opciones más tradicionales. No te dejes llevar solo por el precio; invertir un poco más en un doenjang de calidad realmente marca la diferencia en el sabor final de tus platos. Es como elegir un buen aceite de oliva o un buen vino: la calidad se nota, y tu paladar lo agradecerá enormemente.
Secretos para Mantener tu Doenjang Siempre Fresco
Una vez que tienes tu tesoro coreano en casa, es importante saber cómo conservarlo para que mantenga todas sus propiedades y sabor. Afortunadamente, el doenjang, al ser un producto fermentado con alto contenido de sal, es bastante resistente. Mi mejor consejo es guardarlo siempre en el frigorífico una vez abierto, en un recipiente hermético. Esto evitará que se seque y que absorba olores de otros alimentos. Aunque puede durar bastante tiempo, incluso varios meses, yo siempre intento consumirlo en un plazo razonable para disfrutarlo en su mejor momento. Si notas una capa blanca en la superficie, no te asustes, es normal y suele ser flor de sal o levaduras inofensivas. Simplemente retírala y sigue disfrutando. Otra cosa que he notado es que su sabor puede evolucionar un poco con el tiempo, volviéndose incluso más profundo y complejo, lo cual es parte de la magia de la fermentación. Pero si alguna vez detectas un olor rancio o un cambio drástico en el color a uno muy oscuro y desagradable, entonces sí, es mejor desecharlo. Pero esto es muy raro que suceda si lo conservas correctamente. Así que, ¡a disfrutar de vuestro doenjang por mucho tiempo!
| Característica | Descripción del Doenjang | Consejo Práctico |
|---|---|---|
| Origen y Tipo | Pasta de soja fermentada tradicional coreana. | Busca versiones “tradicionales” o artesanales. |
| Sabor Dominante | Umami profundo, salado, terroso con notas dulces. | Introduce pequeñas cantidades al principio para ajustar. |
| Beneficios Saludables | Rico en probióticos, proteínas, vitaminas B y minerales. | Ideal para mejorar la digestión y el sistema inmune. |
| Usos Culinarios | Sopas, guisos, adobos, marinados, salsas y salteados. | Experimenta en platos mediterráneos para fusiones únicas. |
| Conservación | Refrigerar en recipiente hermético una vez abierto. | Puede durar meses; una capa blanca superficial es normal. |
Mi Propia Odisea Culinaria con el Doenjang
De Escéptica a Fanática Incondicional
Si me hubieran dicho hace unos años que un ingrediente coreano se convertiría en un pilar fundamental de mi cocina, probablemente me habría reído. Pero la vida, y la cocina, siempre te sorprenden. Recuerdo con cariño la primera vez que compré un tarro de doenjang. Fue en una tienda asiática de Madrid, casi por impulso. Lo dejé en la despensa durante semanas, mirándolo con curiosidad, pero sin atreverme a usarlo. Pensaba: “¿Para qué sirve esto? ¿Será muy fuerte?”. Mi mente estaba llena de prejuicios. Pero un día, buscando algo nuevo para una sopa de verduras que se me hacía repetitiva, decidí arriesgarme. Añadí una cucharadita, y el cambio fue instantáneo y espectacular. La sopa, que antes era “correcta”, se transformó en algo vibrante, con una profundidad que me dejó sin palabras. En ese momento, sentí un “clic” en mi cabeza. Fue una revelación. Desde entonces, mi tarro de doenjang se ha convertido en un elemento indispensable, un ingrediente que siempre está ahí para dar un toque especial a casi cualquier cosa que cocine. He pasado de la curiosidad y el escepticismo a una fascinación total, y ahora no concibo mi cocina sin él. Es una historia de amor culinario que me encanta compartir.
Transformando Mis Comidas y Mi Salud
Pero mi relación con el doenjang va más allá de solo el sabor. Como os he comentado, he notado un impacto positivo en mi bienestar general. En un mundo donde a menudo nos sentimos abrumados por la información sobre qué comer y qué no, encontrar un ingrediente que sea delicioso, versátil y, además, beneficioso para la salud, es como encontrar un tesoro. Empecé a usarlo en mis desayunos, mezclado con aguacate en una tostada, o en mis cenas ligeras, como base para aderezos de ensaladas. Me he dado cuenta de que, al incorporarlo, mis comidas no solo son más sabrosas, sino que también me siento más saciada y con una digestión más ligera. Es un cambio sutil, pero significativo. Para mí, el doenjang se ha convertido en un símbolo de cómo la cocina puede ser una herramienta poderosa para cuidarnos. Es un recordatorio de que a veces, los secretos mejor guardados se encuentran en las tradiciones ancestrales de otras culturas. Mi experiencia personal me ha demostrado que abrir la mente a nuevos sabores e ingredientes no solo enriquece nuestro paladar, sino que también puede transformar positivamente nuestra salud y nuestro estilo de vida. ¡Os invito a vivir vuestra propia odisea con el doenjang!
Como conclusión
Y así, mis queridos amantes de la buena mesa, llegamos al final de este apasionante viaje al mundo del doenjang. Espero de corazón haber disipado vuestras dudas y encendido la chispa de la curiosidad en vuestras cocinas. Recordad que este ingrediente es mucho más que una pasta; es una invitación a explorar nuevos horizontes culinarios, a conectar con una tradición milenaria y, por qué no, a cuidar un poquito más de nosotros mismos. Animaos a darle una oportunidad, ¡seguro que os sorprende tanto como a mí!
Información útil que deberías conocer
1. ¿Dónde comprar doenjang en España? Podéis encontrarlo en tiendas de alimentación asiática especializadas en vuestra ciudad o en supermercados online que envían a toda la península, como Bean Eats, Korean Market u Oriental Market.
2. ¿Es apto para vegetarianos/veganos? Sí, el doenjang tradicional se elabora solo con soja, sal y agua. Algunos productos de Sempio se comercializan como veganos, siendo una excelente fuente de proteína vegetal y umami para dietas sin carne.
3. ¿Cómo empezar a usarlo si soy principiante? Os sugiero comenzar con pequeñas cantidades. Añadid media cucharadita a vuestras sopas o guisos habituales y ajustad al gusto. Es una base fantástica para salsas, adobos o simplemente para untar en verduras frescas.
4. ¿Tiene fecha de caducidad? Al ser un fermentado y con alto contenido de sal, el doenjang dura bastante tiempo. Una vez abierto, puede conservarse en la nevera en un recipiente hermético durante meses o incluso más de un año sin problemas significativos, aunque su sabor puede evolucionar.
5. ¿Puede sustituir a otros condimentos? En cierto modo, sí. Puede ser una alternativa a la sal o la salsa de soja, y a veces se compara con el miso japonés, aunque el doenjang tiene un sabor más fuerte e intenso. Puede aportar profundidad umami a muchos platos.
Puntos clave a recordar
Después de esta inmersión profunda en el universo del doenjang, quiero dejaros con las ideas más importantes que, desde mi experiencia, os resultarán más valiosas. Primero, el doenjang es un tesoro culinario que va más allá de ser un simple condimento; es una explosión de umami con una historia rica y un perfil nutricional impresionante. Su versatilidad en la cocina es asombrosa; no os limitéis a los platos coreanos, ¡integradlo en vuestras recetas españolas y ved la magia suceder! Es un ingrediente que transformará vuestros adobos, marinados y salteados, añadiendo una profundidad de sabor que no conseguiréis con otros elementos. Recordad también que es un aliado para vuestra salud digestiva, gracias a sus probióticos naturales, y una excelente fuente de proteínas vegetales. Cuando lo compréis, optad por opciones tradicionales y leed bien los ingredientes para asegurar la calidad. Y lo más importante, no tengáis miedo a experimentar. La cocina es un laboratorio de sabores y el doenjang es un ingrediente que os invita a la aventura, a fusionar culturas y a crear platos memorables. Confío en que, como a mí, os robará el corazón y transformará vuestros platos, abriendo un mundo de posibilidades para vuestro paladar. ¡A cocinar con pasión y doenjang, y a disfrutar de cada bocado!
Preguntas Frecuentes (FAQ) 📖
P: ¿Qué es exactamente el Doenjang y cómo se diferencia de otras pastas fermentadas que ya conocemos?
R: ¡Buena pregunta para empezar! Para mí, el Doenjang es como el alma de la cocina coreana, una pasta de soja fermentada que lo cambia todo. Imaginaos un proceso artesanal donde los granos de soja se cuecen, se machacan, se prensan en bloques llamados meju y luego se curan.
Lo que lo hace especial y diferente a, por ejemplo, la pasta miso japonesa (que es quizás lo que más os suene si habéis probado algo parecido) es su profundidad de sabor.
Mientras que el miso puede ser más suave y dulce, el Doenjang tiene un carácter más robusto, terroso y salado, con un toque umami intensísimo que, una vez lo pruebas, ¡ya no hay vuelta atrás!
Digamos que si el miso es un suave abrazo, el Doenjang es un abrazo potente y lleno de matices. Esa diferencia viene de su método de fermentación y los ingredientes, que suelen ser solo soja y sal, a veces con un poco de cebada o trigo, pero siempre manteniendo esa esencia pura y poderosa.
Por mi propia experiencia, el Doenjang aporta una complejidad que es difícil de igualar con otros condimentos.
P: Ya que suena tan increíble, ¿cómo puedo empezar a usar Doenjang en mi cocina diaria, especialmente si no estoy familiarizado con la cocina coreana?
R: ¡Esa es la parte más divertida, mis exploradores! No os asustéis pensando que tenéis que ser un chef coreano para usarlo. Lo maravilloso del Doenjang es su versatilidad.
Yo, al principio, lo que hice fue empezar con lo más fácil: añadir una cucharadita a mis sopas o caldos de verduras habituales. ¡El cambio fue brutal!
De repente, un simple caldo se transformaba en algo exótico y lleno de vida. También lo he usado para marinar carnes, especialmente cerdo o pollo, mezclándolo con un poco de ajo, jengibre y quizás un toque de miel.
¡Queda espectacular y les da un color y un sabor… umm, para chuparse los dedos! Otro truco que he descubierto es incorporarlo en aderezos para ensaladas o incluso para saltear verduras.
Es como ese “ingrediente secreto” que tu plato necesita para pasar de bueno a ¡guau! Si sois de los que les gusta experimentar, probad a mezclarlo con mayonesa para crear una salsa dip diferente para vuestras patatas fritas o crudités.
No hay límites, solo dejad que vuestra creatividad vuele.
P: Mencionas que es un “superalimento” con muchos beneficios para la salud. ¿Cuáles son esos “superpoderes” del Doenjang?
R: ¡Ah, mis queridos amigos, aquí es donde el Doenjang se convierte en un auténtico tesoro! Más allá de su increíble sabor, lo que me fascinó de verdad fue su perfil nutricional.
Como es una pasta fermentada, está repleto de probióticos, ¡esos pequeños “soldaditos” que tan bien le hacen a nuestra flora intestinal! Y ya sabéis, un intestino sano es clave para casi todo: desde una mejor digestión hasta un sistema inmune más fuerte e incluso, se dice, para nuestro estado de ánimo.
Además, es una fuente vegetal de proteínas y se ha demostrado que contiene antioxidantes que nos ayudan a combatir el daño celular. ¡Es como una pequeña bomba de bienestar en cada cucharada!
Yo, personalmente, he notado una mejora en mi digestión desde que lo incorporé regularmente a mi dieta. Es fascinante cómo un ingrediente tan humilde puede aportar tanto.
Para mí, es una forma deliciosa y natural de cuidar mi cuerpo mientras disfruto comiendo. ¡No os lo podéis perder!






